DESTILADOS
Los destilados de THC con terpenos de alta calidad son la mejor alternativa para quienes buscan dejar de fumar la flor de cannabis, sin perder el sabor ni los efectos característicos. Gracias a su pureza y potencia, estos destilados ofrecen una experiencia más limpia y controlada, evitando la combustión y reduciendo la exposición a toxinas. Además, cuando están enriquecidos con terpenos naturales, conservan el perfil aromático y el efecto entourage, lo que potencia los beneficios del THC sin necesidad de inhalar humo. Utilizados en vaporizadores para destilados de THC, proporcionan una opción discreta, eficiente y más saludable para disfrutar del cannabis con la misma intensidad, pero sin los efectos negativos del tabaco o la combustión.
El THC (tetrahidrocannabinol) actúa en el cuerpo y la mente a través del sistema endocannabinoide, interactuando con los receptores CB1, presentes en el cerebro y el sistema nervioso central, y CB2, ubicados en el sistema inmunológico y tejidos periféricos. Su efecto en la mente puede generar euforia, alteración en la percepción del tiempo, cambios en la memoria a corto plazo, relajación o ansiedad, mientras que en el cuerpo puede provocar aumento del apetito, relajación muscular, reducción del dolor, enrojecimiento ocular y aceleración del ritmo cardíaco. Sus efectos varían según la dosis y la persona, siendo útil para tratar dolor crónico, insomnio y náuseas en contextos médicos, aunque su uso excesivo puede generar dependencia, paranoia o deterioro cognitivo.
El THC, el CBD y otros cannabinoides tienen efectos y usos distintos debido a cómo interactúan con el sistema endocannabinoide. El THC (tetrahidrocannabinol) es el principal compuesto psicoactivo del cannabis y se une a los receptores CB1 del cerebro, generando efectos como euforia, alteración de la percepción y estimulación del apetito, además de propiedades analgésicas y relajantes musculares. El CBD (cannabidiol), en cambio, no es psicoactivo y modula la actividad de los receptores cannabinoides, ofreciendo beneficios terapéuticos como reducción de la ansiedad, alivio del dolor y efectos antiinflamatorios sin provocar alteraciones en la percepción o dependencia. Otros cannabinoides como el CBG (cannabigerol), el CBN (cannabinol) y el CBC (cannabicromeno) también tienen propiedades medicinales; el CBG se asocia con efectos neuroprotectores y antiinflamatorios, el CBN con sedación y el CBC con actividad analgésica y antidepresiva. Aunque comparten una base química, cada cannabinoide tiene funciones específicas que los hacen útiles para distintas aplicaciones terapéuticas.
Es el principal compuesto psicoactivo del cannabis, responsable de los efectos que comúnmente se asocian con su consumo, como la sensación de euforia, relajación y alteración de la percepción. Este cannabinoide actúa sobre el sistema endocannabinoide, específicamente en los receptores CB1 del cerebro, lo que genera sus efectos psicoactivos.
El THC se encuentra en distintas formas de consumo, desde la flor de cannabis hasta extractos como los destilados de THC, que ofrecen una experiencia más pura y concentrada. Dependiendo de su presentación, el THC puede ser utilizado con fines recreativos o medicinales, ayudando en casos de dolor crónico, insomnio, estrés y ansiedad, entre otros.
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Tanto la hierba (weed) como los destilados de THC provienen del cannabis, lo que significa que ambos contienen cannabinoides y terpenos responsables de los efectos psicoactivos y terapéuticos. Ambas formas de consumo pueden generar sensaciones de euforia, relajación y alivio del estrés o el dolor crónico, dependiendo de la variedad y concentración de THC.
La potencia del THC en la hierba y en los destilados puede variar, pero en ambos casos se pueden encontrar opciones de alta concentración. Los destilados, al ser extractos refinados, pueden alcanzar niveles de hasta 99% de THC, mientras que la hierba suele oscilar entre el 15% y 30% de THC. Sin embargo, cuando los destilados incluyen terpenos de calidad, pueden ofrecer un efecto entourage similar al de la flor, potenciando los efectos terapéuticos del cannabis.
Tanto la hierba como los destilados pueden ser inhalados, aunque la diferencia radica en la forma de consumo. La flor de cannabis se fuma o vaporiza, mientras que los destilados de THC se consumen en vaporizadores específicos o cartuchos prellenados. Ambos métodos ofrecen un efecto rápido, aunque el vapeo de THC con destilados es una alternativa más limpia y discreta, sin el humo ni el olor intenso de la hierba.
Ambas presentaciones del cannabis se utilizan con fines recreativos y medicinales, ayudando en casos de dolor crónico, ansiedad, insomnio y estrés. La hierba ofrece una experiencia más natural y con todo el perfil de la planta, mientras que los destilados de THC son ideales para quienes buscan una opción más concentrada y sin combustión, con la posibilidad de personalizar el perfil de terpenos según el efecto deseado.
Adentrarse en el mundo del THC medicinal y terapéutico es como abrir una puerta hacia un universo de posibilidades para el bienestar y la salud. Más allá de su fama como el principal compuesto psicoactivo del cannabis, el THC, o tetrahidrocannabinol, ha sido objeto de creciente atención en el ámbito médico y terapéutico.
En este viaje, descubriremos cómo el THC, cuidadosamente administrado, no solo ofrece alivio a quienes lidian con ansiedad y estrés, sino que también se presenta como una alternativa prometedora para una variedad de dolencias. Desde sus propiedades analgésicas hasta su potencial para mejorar el sueño y reducir la inflamación, el THC emerge como un aliado poderoso en la búsqueda de un bienestar holístico.
Sin embargo, este viaje también requiere una mirada reflexiva hacia la responsabilidad y el consumo consciente. Abogamos por un enfoque equilibrado y informado, donde el THC se utilice de manera responsable y con el debido respeto a sus efectos y potencial terapéutico.
Únete a nosotros mientras exploramos los diversos aspectos del THC medicinal y terapéutico, desentrañando mitos, destacando evidencia científica y compartiendo experiencias reales. Juntos, podemos desafiar estigmas y abrir la mente hacia un enfoque más compasivo y comprensivo de esta planta milenaria y sus beneficios para la salud mental y física
El Rosin y el Wax son dos formas populares de extractos de cannabis, ambos conocidos por su alta concentración de THC y terpenos, lo que los hace ideales para quienes buscan un efecto potente y una experiencia intensa. Sin embargo, existen diferencias clave entre ellos en cuanto a su proceso de extracción, pureza y perfil de sabor.
El Rosin se obtiene mediante un método de extracción sin solventes, aplicando presión y calor a la flor de cannabis para liberar los cannabinoides y terpenos sin la necesidad de productos químicos. Esto lo convierte en una opción más natural y libre de residuos.
Por otro lado, el Wax se extrae utilizando solventes como el butano (BHO) o el CO₂, lo que permite obtener una textura más pegajosa y maleable. Aunque este método es eficiente, requiere un proceso de purgado para eliminar los residuos del solvente y garantizar un producto limpio.
El Rosin es uno de los concentrados de THC más puros y potentes, ya que se obtiene mediante un proceso sin solventes, utilizando solo calor y presión para extraer los cannabinoides y terpenos directamente de la flor o el hash de cannabis. Gracias a esta técnica, el Rosin conserva un perfil de terpenos más completo, ofreciendo un sabor y aroma más auténticos en comparación con otros extractos como el Wax o el Shatter. Su potencia puede superar el 70% de THC, proporcionando efectos intensos y limpios, ideales para dabbing o vaporizadores de extractos. Al no requerir solventes en su extracción, es una opción más natural y segura, asegurando una experiencia libre de residuos químicos.
El Rosin es un extracto de THC altamente versátil cuya textura puede variar desde una consistencia pegajosa y resinosa hasta una más cremosa y maleable, dependiendo de factores como la presión, la temperatura de extracción y el tipo de material utilizado (flor, kief o hash). Su aspecto puede oscilar entre un extracto más líquido y aceitoso cuando se almacena a temperaturas cálidas, hasta una textura más sólida y quebradiza si se mantiene en frío.
A diferencia de otros concentrados como el Wax o el Shatter, el Rosin mantiene una estructura más flexible y fácil de manipular, lo que lo hace ideal para dabbing, vaporizadores de extractos de THC y pre-rolls infusionados. Además, su consistencia permite que los terpenos se conserven mejor, brindando un sabor y aroma más intensos. Para mantener su textura óptima, se recomienda guardarlo en un envase de silicona o papel antiadherente, evitando la exposición a temperaturas extremas que puedan alterar su calidad.